MI YO REAL y MI YO SOCIALDentro del marco del conocimiento que el Dr. Bach nos dejó en la sabiduría y aplicación de las esencias florales para los tratamientos con terapias florales transpersonales, está la consideración de nuestras partes ocultas, aquellas que negamos y guardamos en la sombra de nuestro ser. Ocultándolas a la luz, porque son parte de nuestra personalidad no deseables o rechazadas socialmente y allí quedan.
Pero deben ser sanadas y de eso se trata este artículo, de acercarnos a entender que debemos enfrentar NUESTRA SOMBRA y echarle luz para esclarecer su interior y sanar aquellas virtudes indeseables encontrando naturalmente su complementariedad.
Que les sea provechosa la lectura y esclarezca su entendimiento para seguir este camino de sanación y evolución a lo cual estamos llamados por Dios.
LA SOMBRA

La sombra aloja entre otros componentes, aquellos
aspectos que nos disgustan de nosotros mismos, o que la sociedad invalida y
entonces tapamos y ocultamos.
En términos de sombra, podemos hablar de un yo real (self) y un yo social. El yo social va
plasmándose durante la socialización del individuo, se inicia en la primera
infancia y prosigue en la etapa escolar, en la que aprendemos a vivir como
seres sociales. Y es aquí donde los conceptos de “bien” y “mal” se convierten
en polaridad y se hacen absolutos, en desmedro de su verdadera relación, que es
la complementariedad.
Así, las cualidades humanas pasan por el filtro de la
división. Y, aunque todos los seres
humanos poseemos todas las
cualidades humanas, en diferente proporción, empezamos a ocultar aquellas que
la sociedad condena, y las mandamos a la
sombra. Todo esto bajo la expectación catastrófica: “si soy así, no me van
a querer, me voy a quedar solo, mejor lo oculto”.
De este modo, todo aquello que no es “bueno” para los demás
o para nosotros, pasa a formar parte del “desván” de nuestra casa interior, La Sombra. Así, nos
fragmentamos y nos convertimos en seres incompletos.
¿Qué sucede con los componentes negados? Como todo el
mundo, tienden a unificarse, a reinsertarse en la unidad, que es el estado
natural de toda manifestación; claman por luz, no les gusta la oscuridad. Se establece un conflicto, una pugna entre
el yo social y el yo real o Yo Superior.
Para hacerse visible, la sombra utiliza varios mecanismos. Puede aparecérsenos en los
sueños, en los miedos, en las adicciones, en los lapsus. Fundamentalmente, se
hace evidente en las proyecciones y en la somatización o enfermedad.
La proyección tiene lugar cuando vemos en el otro
aquello que negamos en nosotros.
Sobre todo, se manifiesta cuando una cualidad de otra
persona nos resulta especialmente irritante. Aquello que tanto nos molesta no
está fuera, sino dentro de nosotros. Así como sólo podemos ver nuestros ojos a
través de un espejo, tenemos posibilidad de ver nuestro yo negado en la imagen
especular que nos brindan nuestros prójimos.
Si confeccionamos una lista de las características –
físicas, emocionales o mentales – que nos causan muchas molestias en los demás,
es posible que nos hallemos frente a nuestros rasgos sombríos. Y así, con gran
honestidad, podemos empezar a transmutarlos.
Dice el Dr. Bach:
Si
surgiera alguna dificultad en la elección del propio remedio, será de gran
ayuda preguntarnos a nosotros mismos cuál de las virtudes admiramos más en las
otras personas, y cual de las faltas – en los demás – nos causan más particular
aversión, porque si todavía nos queda huella de alguna falta que estemos
intentando especialmente erradicar, será la misma que más odiemos ver en otras
personas. De este modo nos veremos estimulados a borrarla de nosotros mismos.
Al encontrarnos de cara a nuestra cualidad negada,
¿Qué hacemos con ella? La mentira, la envidia, la ira… ¿Les damos libre curso?
No sería muy cómoda, ni aún ética la salida. Al tener una cualidad, recordemos
que poseemos también su polo opuesto, y entonces, podemos elegir. Si yo
descubro crueldad, o agresividad en mí, también se que poseo amor y compasión,
porque una cualidad no existe sin su opuesto. En vez de reprimirla, hemos de
trasmutarla. Al respecto, Bach cita las palabras de Jesús: No resistan el mal. En obvia
alusión a transmutar la energía de la oscuridad a la luz, del odio al amor, de
la crueldad a la compasión.
Él expresa: La oscuridad
resulta vencida por la luz, el odio por el amor, la crueldad por la compasión.
No pelee contra sus preocupaciones, no luche contra su enfermedad, no combata
sus defectos…
La posibilidad de elección y la chispa divina que
poseemos en nuestra alma multiplican las probabilidades de marchar por el
camino más saludable. Pero ahora lo haremos desde la completad, no desde la
negación; lo haremos a partir de la responsabilidad sobre nuestros actos, que
promueve la integración, la totalidad y la evolución.
Integrar la
sombra es un proceso ineludible para la evolución de la conciencia.
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SHAPE * MERGEFORMAT
El santo y el pecador conviven en nosotros, como el
día y la noche en la naturaleza, y ser concientes de ello es un acto de
humildad, de integridad, de crecimiento.
El trabajo de integración implica siempre el dejar de
juzgar al prójimo, el reemplazar el juicio por la aceptación, la empatía, el
amor, y desde la mayor humildad, compasión y la ayuda.
Y avanzando más en el afán de sinceramiento y
completad, hemos de entender que aquellas personas que se cruzan en nuestro
camino son catalizadores de nuestras propias cualidades y emociones. Quienes se
nos presentan como oponentes son, en realidad, nuestros maestros, están allí
para que aprendamos una lección, por mas dolorosa que sea. Y debemos estar
atentos para no malograr esa oportunidad de crecimiento.
Nuevamente el Dr. Bach comenta:
Cualquier individuo, sea niño o adulto, parte de cuya
tarea en esta vida sea liberarse del control dominante de otro, debería
recordar lo siguiente: 1° Debe considerar a su posible opresor del mismo modo
que consideramos a un oponente en el deporte. Como una personalidad junto a la cual
jugamos el Juego de la Vida,
partido sin rastros de amarguras ni pesadumbres. 2° Que si no fuera por tales
oponentes, no tendríamos oportunidad de desarrollar nuestro propio valor e
individualidad.
Otra forma que tiene la sombra de manifestarse es “encarnándose”,
es decir, instalándose en el cuerpo como un síntoma, una dolencia o una
enfermedad. Efectivamente el hacerse carne es el instalarse en nuestro cuerpo
un mensaje directo de nuestro interior diciéndonos que hay un verdadero
conflicto en nuestro yo oculto.
La rigidez mental se hace rigidez física a través de
una enfermedad, que puede ser artrosis, y más avanzado, cuando la lección es
ignorada, transformarse en mal de Parkinson. La inseguridad, la duda, generan
mareos y vértigos, la diabetes representa un bloqueo en la expresión del amor.
Y así, la inextricable unidad del ser humano se pone en evidencia en cada
síntoma.
Bach expresa su enfoque holístico
“mente-cuerpo-espíritu” de la medicina de la siguiente manera:
Para el médico comprensivo, la enfermedad señala por
si misma la naturaleza del conflicto. Quizás esto resulte más claro si les doy
ejemplos que puedan convencerlos de que cualquiera sea la enfermedad que uno
esté sufriendo, se origina en un desacuerdo entre la persona y la divinidad que
está en su interior, en el hecho que está cometiendo una falta, algún error,
que su YO SUPERIOR trata de corregir…
…Si una persona sufre de rigidez en las articulaciones
o en algún miembro, puede estar segura de que hay también rigidez en su mente,
de que está aferrada rígidamente a alguna idea, a algún principio, quizás a una
regla convencional que no debiera tener.
Si sufre de asma, o tiene dificultades para respirar,
está sofocando de alguna manera a otra personalidad o por falta de valor para
hacer lo correcto, está asfixiándose a si misma. Si se debilita, es porque está
permitiendo que alguien obstruya la entrada de su propia fuerza vital en su
cuerpo. Hasta la parte del cuerpo afectada indica la naturaleza de la falta: la
mano una falta o error en la acción; el pié, falla en la asistencia a los
demás; el cerebro, falta de control; el corazón, deficiencia o exceso, o una
actuación incorrecta en lo que se refiere al amor; el ojo, falla para ver
correctamente o comprender la verdad cuando está frente a nosotros. Y de esta
manera. Exactamente, puede descubrirse la razón y la naturaleza de una
enfermedad, la lección que se exige a un paciente y la necesaria corrección que
lleva a cabo.
Cada uno de los elixires florales aporta, a través de
la virtud intrínseca, la posibilidad de trasmutar hacia lo más saludable
nuestras características sombrías.
LA LECCIÓN FUNDAMENTAL ES QUE DEJEMOS DE DIVIDIR, DE OCULTAR, DE DISIMULAR.
Hay que hacer que la LUZ entre en las sombras para revelar e iluminar.
La mente es esencialmente clasificadora y divisionista, el corazón es
unitivo. Cuando empezamos a funcionar desde el corazón y ponemos la mente al
servicio de los valores supremos, la vida va adquiriendo su verdadera
dimensión, la de verdaderamente ser.
Sin categorías, sin disfraces, tal como opera la naturaleza.
Una planta, un animal, evolucionan y en el summum de
su maduración, llegan a ser aquello para lo cual fueron creados, lo que
verdaderamente son. Los humanos, al condicionarnos, al querer parecernos a los
otros, al temer que no nos quieran, interferimos nuestro proceso evolutivo.
Si nos hacemos cargo de lo que somos, aunque sea desaprobado por todos o
desagradable en apariencia, estaremos dando un salto hacia nuestra meta
intrínseca como seres humanos, que es la de ser sanos, completos, individuales,
creativos, capaces de ser lo que potencialmente somos.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡ bendita ilusión !
que una colmena tenía
dentro de mi corazón.
Y las doradas abejas
iban fabricando en él
con las amarguras viejas
blanca sera y dulce miel.
Antonio Machado
Juan Carlos Orozco Bertino
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