LA RESPIRACIÓN (parte I) NATURALEZA CIENTÍFICA DEL Qi y PAPEL FUNDAMENTAL de LA NARIZ

LA RESPIRACIÓN (parte I)
NATURALEZA CIENTÍFICA DEL Qi y PAPEL FUNDAMENTAL
de LA NARIZ
Se puede vivir
dos meses sin comida y dos semanas sin agua,
pero sólo se
puede vivir unos minutos sin aire.
[Maestro Hung
Yi-hsiang]
Según los taoístas, la
nutrición obtenida del aire por medio de la respiración es aún más importante
para la salud y la longevidad que la obtenida de los alimentos y la bebida por
medio de la digestión. Así como la
dieta afecta al equilibrio bioquímico del cuerpo, la respiración afecta a su
equilibrio bioeléctrico.
Básicamente existen dos
tipos funcionales de respiración: la limpiadora y la energizante. La
respiración limpiadora desintoxica el cuerpo y se centra en la espiración. La
respiración energizante recoge y acumula energía vital, y se concentra más en
la inspiración.
Aunque hoy en día la
gente no suele prestar mucha atención a cómo respira, todo el mundo practica
espontáneamente estas dos clases de respiración a lo largo del día, siempre que
las toxinas de la sangre alcanzan un nivel crítico o la energía comienza a
menguar. Así, el suspiro es un ejemplo de respiración limpiadora espontánea,
pues consta de una inspiración rápida seguida de una espiración larga y
forzada. El bostezo, en cambio, es un ejemplo de respiración energizante
espontánea: una inhalación larga, lenta y profunda, brevemente retenida en los
pulmones y seguida de una exhalación relativamente corta.
El Qigong (también
escrito chi-kung), que significa al mismo tiempo «ejercicio respiratorio» y
«control de la energía», ha sido una rama reconocida de la medicina china
desde hace más de 2.000 años. Recordemos que la palabra china Qi (o chi)
significa «aliento» y «energía», además de «aire». Una de las primeras
referencias a esta forma de terapia médica aparece en una inscripción
encontrada en 12 tabletas de jade fechadas a mediados del siglo VI a. de C.
Al respirar, hay que
proceder de la siguiente manera: retener el aliento abajo y dejar que se
acopie. Cuando se haya acopiado, se expandirá. Cuando se expande, se hunde
hacia abajo. Cuando se hunde hacia abajo, se acalla. Cuando se haya acallado,
se solidificará. Cuando se solidifica, empieza a crecer. A medida que crece,
es atraído hacia adentro y hacia arriba, y llega hasta la coronilla. Por
arriba, empuja hacia la bóveda del cráneo. Por debajo, empuja hacia abajo. 
“Quien siga este método tendrá una larga vida.
Quien vaya contra él, morirá prematuramente”.
Al igual que todos los
regímenes taoístas para la salud, la respiración se basa en el equilibrio
Yin/Yang y la armonía de los Tres Tesoros. Del mismo modo en que una dieta
correcta refuerza las reservas de esencia nutricional del cuerpo, la
respiración correcta refuerza el suministro de energía vital. Puesto que
aliento y energía forman un puente entre cuerpo y mente, la respiración puede
ser controlada tanto física como mentalmente, y es la única función vital que
escapa a la división entre el control voluntario y el involuntario. Si no se le
presta atención, la respiración se produce de forma tan espontánea y natural
como el latir del corazón; cuando es controlada por la mente, la respiración se
vuelve tan voluntaria como el andar y puede utilizarse para regular todas las
demás funciones vitales, tales como el pulso cardíaco, la presión de la sangre,
el metabolismo digestivo, la eyaculación, la secreción de hormonas y demás.
Debido a su posición de bisagra entre el cuerpo y la mente, la respiración
constituye el elemento más importante de por sí en todos los regímenes
taoístas para la salud y la larga vida.
Las
escuelas taoístas de la alquimia interior, que florecieron durante los
primeros siglos de nuestra era, consideraban el aire como la «esencia» última
de la naturaleza. Su objetivo era purificar el cuerpo y la mente hasta el
extremo de que podían alimentarse exclusivamente de aire y agua, dieta que
denominaban «cenar con viento y sorber rocío». El Qi, la energía vital
contenida en el aire, estaba considerado como un «nutriente». Esta antigua idea
taoísta halló un extraño eco occidental en la doctrina llamada Breatharian (que
podríamos traducir libremente como «Respiranianos»), propagada en los años 30
por una Sociedad de la
Ciencia Natural con sede en Maitland, Florida (EE.UU.). El 3
de mayo de 1936, presentaron a la prensa a una mujer que, según aseguraban, tenía
68 años de edad y no había consumido ningún alimento sólido en 56 años. Según
los informes de prensa, mostraba todo el aspecto y el comportamiento de una
niña inocente.
Aunque sólo los más
avanzados adeptos pueden llegar a lograr el objetivo de sustentarse únicamente
con el viento y el agua, todas las personas, incluso las más corrientes, pueden
cultivar el control respiratorio como eficaz método para mejorar la salud y
prolongar la vida. El acto de respirar no sólo extrae Qi del aire, sino que
también impulsa y distribuye el Qi por todo el cuerpo, a través de la
invisible red de canales de energía denominados «meridianos». Los meridianos
transportan la energía vital por todo el cuerpo, y, cuando se obstruyen, se
presenta un estado denominado de «estancamiento de la energía». Este bloqueo de
la energía es causa de una insuficiente circulación de la sangre, lo que a su
vez provoca trastornos tan frecuentes como letárgia, fatiga crónica,
irritabilidad, dolores de cabeza, mala digestión, debilitamiento de la libido y
demás. Puesto que «la energía gobierna la esencia», la mala circulación de la
sangre y todos los trastornos que conlleva habitualmente pueden ser curados
mediante una correcta respiración.
A lo largo del Canal de
Función, que discurre desde la lengua por la parte delantera del cuerpo hasta
los genitales, se hallan tres centros de energía vital denominados
respectivamente dantiem («campo del elixir») superior, medio e inferior. El
punto superior se encuentra situado directamente entre los ojos y por detrás de
ellos, y se asocia con las glándulas pituitaria y pineal; el punto central está
situado en el plexo solar y se asocia con el corazón; el inferior queda unos
cuatro o cinco centímetros por debajo del ombligo, a medio camino entre la
pared abdominal y la columna, y se asocia con los órganos y glándulas sexuales.
El centro inferior, que actúa como una especie de imán para acumular energía,
se llama Qihai, literalmente «mar de energía», y es el punto en que se
concentra la mente durante los ejercicios respiratorios.
Los adeptos taoístas conceden una
extraordinaria importancia al ombligo. El médico Chang Chin-chiou, de la
dinastía Ching, describió el papel del ombligo en su comentario sobre el
Clásico de medicina interna del Emperador Amarillo.
El hombre nace conectado
por el ombligo a un cordón umbilical, y el ombligo está conectado al Campo del
Elixir inferior, que es el Mar de la Energía. Así, el ombligo constituye el
Portal de la Vida. El feto recibe la vida por la abertura de este Portal, y el
niño ingresa en este mundo cuando se cierra. Por consiguiente, en su condición
de manantial de energía viva, esta región es la fuente del bienestar del hombre
y de su malestar, de su fuerza y de su debilidad. Cuando la energía aquí es
fuerte, todo el organismo es fuerte. Cuando es débil, todo el organismo se
debilita.
El ombligo es donde se
encuentran el Fuego y el Agua, donde residen el Yin y el Yang. Es el mar de la
esencia y la energía, la puerta de la vida y la muerte.
Los taoístas
descubrieron el papel vital que desempeña el bajo abdomen en la respiración
limitándose a observar la naturaleza, sobre todo a los bebés y animales recién
nacidos. Observe cómo respira un perro o un gato cuando está descansando y
comprobará que su abdomen -no su tórax- se expande y se contrae rítmicamente.
Cuanto más tiempo permanecen en reposo, más lentas y profundas se vuelven estas
contracciones abdominales.
En la tradición china,
la terapia respiratoria es medicina ortodoxa. Además de asimilar y hacer
circular la energía vital, la respiración profunda da un masaje a los órganos y
glándulas internos, limpia los tejidos de toxinas, depura la corriente
sanguínea, estimula las secreciones de hormonas y mejora notablemente la
resistencia y la inmunidad. Nuestro viejo maestro de siglos ha, el doctor Sun
Ssu mo, escribió acerca de la respiración terapéutica en sus Recetas preciosas:
Cuando se practica la
respiración correcta, la miríada de enfermedades, no se presentan. Cuando la
respiración está deprimida o forzada, surgen toda clase de afecciones. Quienes
desean cultivar su vida deben primero aprender los métodos correctos para
controlar el aliento y equilibrar la energía. Estos métodos de respiración
pueden curar todas las enfermedades, grandes y pequeñas. 
¿Qué es el Qi?
Si buscamos el
ideograma 氣 “qì” en un diccionario
chino, la traducción literal sería “aire”. En un diccionario
japonés, la traducción de 気 “ki” es “espíritu” (fuerza espiritual). Sin
embargo, ninguna de estas traducciones nos da información suficiente para
comprender la profundidad que el concepto 氣 tiene en las culturas orientales (aunque sí que pueden ayudar
a comenzar a entender su significado: piensa durante unos segundos en
"aire" y "fuerza espiritual". ¿Qué ideas te vienen a la
cabeza?). Tanto en China como en Japón, 氣 está presente en muchísimas palabras e ideas, y el
significado de 氣 es algo innato, que yace en el
subconsciente de las personas y que no es necesario cuestionarse.
Al traducir
cualquier idioma, es importante que la palabra esté en un contexto determinado
para que la traducción sea correcta. Con el chino, el japonés y otros idiomas
cuya escritura está basada en ideogramas (imágenes) y no en un alfabeto
(sonidos), y que además cuentan con una tradición y culturas milenarias, el
contexto es esencial. 
El Concepto de Qi en
la Filosofía China
Dentro de las
filosofías orientales, el Qi, Ki o Prana es
la denominación que recibe la “fuerza vital universal”. Todo lo que
existe son diferentes expresiones o formas de esta fuerza única y omnipresente.
Al igual que “el Tao que puede ser nombrado no es el Tao verdadero” (Lao
Tse, Tao Te King), intentar explicar con palabras el Qi es
perderse gran parte de su significado. A lo largo de la historia, tanto
filósofos chinos (como todo tipo de eruditos occidentales), han estudiado el Qi,
traduciéndolo y explicándolo de muchas formas distintas.
Si analizamos el
carácter 氣 qì, vemos que está formado
por dos partes:
·
气 qì - gas, aire, vapor
·
米 mǐ - arroz
El propio ideograma
del Qi nos indica que es algo material (la
sustancia, el arroz) e inmaterial (aire, el vapor del arroz
cocinándose) al mismo tiempo. “El Qi puede ser tan
etéreo e inmaterial como el vapor, y tan denso y material como el arroz”. Así,
el Qi “puede considerarse como el poder que unifica y da vida.
Une la energía a la materia, [y] sin él nada se mantendría unido y nada
tangible existiría. [...] El Qi es una fuerza unificadora y
cohesionadora en el lugar donde la energía está a punto de materializarse y
donde la materia está a punto de convertirse en energía.”
El Qi es
la interacción continua entre el Yin y el Yang; el Qi es
materia, es movimiento y es energía; todas las cosas animadas e inanimadas
deben tener Qi para existir o para moverse.
El Concepto de Qi
en la Medicina China
Todo esto se aplica
directamente en la teoría de Medicina China, adaptándolo al ser humano, pues
los humanos somos “la unión del Qi del Cielo y el Qi de la Tierra”.
El Qi pertenece
a los “Tres Tesoros” ( 精氣神 - jīng qì shén ) y es una de las
"Sustancias Vitales" del cuerpo, además de ser la base de todas
ellas: la Esencia, la Sangre o los Líquidos Orgánicos son diferentes
manifestaciones del Qi en varios grados de “materialidad”.
Las personas
poseemos tres fuentes principales de Qi:
·
El Qi Celestial,
o Qi del aire, es el que obtenemos mediante la respiración. Es
un Qi puro que no necesita ser procesado por el cuerpo, pero su
calidad se ve muy influida por la calidad del aire que respiramos: la
contaminación atmosférica (química, iónica, …); y también por la forma en la
que respiramos.
·
El Qi de
los Alimentos lo obtenemos de la comida que ingerimos. Este tipo
de Qi tiene que ser procesado y refinado por diferentes órganos del
cuerpo, principalmente el Estómago y el Bazo. Para poder ser utilizado, se ha
de mezclar con el Qi Celestial para formar el Qi de
Reunión, Zong Qi ( 綜氣 zǒng qì ) o "Qi Magno del
Pecho". Por supuesto, lo que comemos y cómo comemos es fundamental
para tener Qi.
·
La herencia
genética, o Qi Pre-cósmico (Qi Pre-natal, Qi del
Cielo Anterior). Es el Qi que heredamos de nuestros padres en el
momento de la concepción para el desarrollo de todos los sistemas y órganos del
cuerpo. Lo podríamos ver como la “energía de los genes”, que hemos de conservar
en buen estado a lo largo de toda nuestra vida. De éste, obtenemos el Qi
Original que se almacena en los Riñones y se va “llenando” o
manteniendo con la parte más pura y refinada del Qi obtenido
mediante la respiración y la alimentación. El Qi Original es
la base del Yang de los Riñones, y por lo tanto, del Yang de
todo el cuerpo. Es un tipo de Qi muy potente, del que echamos
mano en situaciones extremas de estrés físico o mental. También es el
catalizador, la chispa que enciende todos los procesos fisiológicos del cuerpo,
así que es importantísimo conservar el Qi Original para
conservar la salud.
Estos tres tipos de Qi están
relacionados respectivamente con el Calentador Superior, Medio e Inferior.
La transformación
del Qi va más allá. El Qi Original hace de
catalizador del Qi de Reunión, para obtener Qi Verdadero o Zhen
Qi ( 真氣 zhē qì), que después se divide en Qi
Defensivo ( 衛氣 wèi qì ) y Qi
Nutritivo ( 精氣 jīng qì ). El Wei Qi circula
entre los músculos y la piel, y es el principal encargado de protegernos de los factores
patógenos externos. El Jing Qi es el que circula por
los canales energéticos.
El siguiente
diagrama muestra de forma esquemática
todos estos procesos.
Funciones del Qi en
el cuerpo
El Qi se
en carga de transformar (ej. el Qi de Bazo
transforma el alimento en energía),transportar (ej. el Qi de Pulmón transporta
los fluidos),contener (ej. el Qi de Bazo
contiene la sangre en los vasos sanguíneos) y calentar (ej. el Qi de
Pulmón, de Bazo y de Riñón mantiene caliente el cuerpo).
Patologías del Qi
Cuando el cuerpo está equilibrado Qi fluye
correctamente, cumpliendo con todas sus funciones. Tenemos salud y nos
encontramos bien. Cuando estamos enfermos es porque hay un desequilibrio o
desarmonía, y el Qi no fluye bien:
·
Hay una
insuficiencia o falta de Qi
·
El Qi fluye
en dirección equivocada ("Qi Rebelde")
·
Hay un exceso de Qi
·
Hay un bloqueo o
estancamiento de Qi Fuente original de la información ¿Que es el Qi? : http://www.amalur-zen.com/blog/item/115-que-es-el-qi. www.amalur-zen.com
LA CIENCIA DE LA RESPIRACIÓN
En Oriente, la
respiración se considera una ciencia. La China tiene el Qigong y la India su
pranayama, pero el mundo occidental ni siquiera posee un término específico
para designar el control de la respiración. Por lo demás, los médicos
occidentales tampoco comprenden cómo la energía atmosférica puede servir de
«nutriente» esencial para la salud humana. Irónicamente, la ciencia occidental
ha recopilado en los últimos tiempos una abundante información que tiende a
confirmar claramente las antiguas ideas taoístas con respecto al aire, al
aliento y a la energía, así como su decisiva importancia para la salud y la
longevidad.
El elemento
esencial del aire que transporta la carga vital de Qi no resulta ser el
oxígeno, ni el nitrógeno, ni ningún otro elemento químico gaseoso, sino más
bien los iones negativos, minúsculos y sumamente activos fragmentos moleculares
que poseen una carga eléctrica negativa equivalente a la de un electrón. Por el
contrario, los contaminantes como el polvo, el humo y los productos químicos
tóxicos adoptan en el aire la forma de grandes iones polimoleculares de carga
positiva. En el aire contaminado, los iones positivos atraen, capturan y
neutralizan a los iones negativos, privando así al aire de su vitalidad.
Respirar esta clase de aire equivale, en otro nivel, a alimentarse de «comida
basura», llena de calorías muertas. En el aire campestre puro, la proporción de
iones negativos y positivos viene a ser aproximadamente de tres a uno; en la
contaminada atmósfera de la ciudad, esta proporción se invierte
espectacularmente, cifrándose aproximadamente en un ion negativo por cada
quinientos iones positivos.
La vitalidad de los
iones negativos del aire también queda destruida por los sistemas de aire
acondicionado y calefacción central, y por los espacios cerrados. Hace mucho
que se ha observado que el hecho de trabajar todo el día en un taller u oficina
con aire acondicionado o calefacción suele dejar a las personas completamente
agotadas, aunque no hagan más que estar sentadas tras un escritorio o de pie
ante una cadena de montaje, en tanto que los campesinos que se pasan el mismo
número de horas al aire libre, realizando un extenuante esfuerzo físico, no
presentan este síndrome de completo agotamiento al terminar la jornada. Esto
sucede porque no es el trabajo en sí lo que agota a los obreros y oficinistas,
sino la ausencia de vitalidad en el aire que deben respirar todo el día. En
Japón, donde se tiene claro el concepto de Qi, la mayoría de los edificios de
oficinas, fábricas y hoteles de lujo están actualmente provistos de
generadores de iones negativos, para reponer los destruidos por la calefacción,
el aire acondicionado y la contaminación. Tal vez éste sea uno de los secretos
de la increíble productividad de los japoneses.
En la naturaleza, el
aire resulta naturalmente ionizado por la acción de la radiación
electromagnética de onda corta procedente del sol y otros rayos cósmicos, que
bombardean las moléculas de aire e imparten energía a los fragmentos. El
movimiento y la evaporación de las grandes masas de agua también ionizan el
aire que tienen encima. Un tercer sistema de ionización natural es el libre
desplazamiento del viento sobre los grandes espacios abiertos. Así pues, el Qi
atmosférico más potente se encuentra en las grandes altitudes, donde la
radiación solar y cósmica es más intensa, los vientos son constantes y el agua
se halla en forma de lagos y rápidas corrientes. Por eso se siente uno tan
refrescado y vigorizado tras pasar un día en la montaña, aun después de una
gran caminata.
Durante los años
iniciales del programa espacial se observó a menudo que, a pesar de su robusta
salud y su buena forma física, los astronautas quedaban profundamente agotados
tras sólo unas pocas horas en el interior de la cápsula, tanto si se hallaban
orbitando en el espacio como entrenándose en tierra. Los científicos tardaron
varios años en dar con la respuesta a este problema, aunque la habrían obtenido de inmediato si se les hubiera ocurrido consultar a un adepto taoísta o un
yogui de la India. Un informe de una empresa que fábrica generadores de iones
negativos para el programa espacial, citado en el excelente libro de André van
Lysebeth, Pranayama (Publicado por Ediciones Urano.), declara:
Al ser completamente
metálica, la cápsula espacial se comporta como una perfecta jaula de Faraday en
la que hasta el piloto mejor entrenado no tarda en mostrar signos de
perturbaciones fisiológicas, especialmente cansancio y agotamiento prematuro.
Esto ha sido observado de forma igualmente fiable por los rusos, que lo
reconocen abiertamente. Glenn y Carpenter se cansaron muy deprisa, y, en el
caso del piloto espacial Titov, el cansancio, el agotamiento y los trastornos
psicológicos fueron tan marcados que quedó completamente mareado al cabo de sólo
seis órbitas.
Cuando en el interior de
las cápsulas se creó una atmósfera artificial cargada con abundantes iones
negativos, gracias a los citados generadores, los síntomas descritos
desaparecieron por completo, permitiendo así que los astronautas permanecieran
en el espacio durante días, semanas e incluso meses seguidos. Dado que la
electricidad es una forma universal de «energía autoexistente» que no depende
de la vida, los beneficios fisiológicos de los campos eléctricos
artificialmente inducidos son exactamente los mismos que en los campos
naturales.
Lo que hace moverse al Qi es la polaridad del Yin y del Yang. En la
ciencia occidental, esta polaridad se denomina «gradiente de potencial», es
decir, la diferencia potencial de voltaje entre dos puntos determinados. En aire puro, el gradiente de potencial asciende
a varios centenares de voltios por metro, mientras que en el aire contaminado y
en los espacios cerrados es virtualmente nulo. Así pues, el gradiente de
potencial determina la «fuerza» de un campo eléctrico, y la fuerza del campo
eléctrico determina el grado de actividad de los iones negativos que hay en su
interior y la intensidad de su flujo entre dos puntos. El ya citado informe
prosigue:
Se ha determinado con
plena certeza que existe un campo eléctrico entre la tierra y la atmósfera.
Este campo eléctrico natural es normalmente positivo [Yang] en relación con la
tierra [Yin], y su fuerza suele ser del orden de varios centenares de voltios
por metro.
El gradiente de
potencial es mayor, por lo tanto, en lugares como las montañas, las playas, los
parques y otros espacios abiertos, donde los iones negativos fluyen libremente
desde el polo Yang positivo de la atmósfera al polo Yin negativo de la tierra.
Todos los organismos vivos situados entre ambos polos actúan como conductores
de esta energía. Por ejemplo, en un poderoso campo eléctrico donde el gradiente
de potencial es de varios centenares de voltios por metro, una persona de dos
metros de estatura estaría sometida a un gradiente de 400-500 voltios entre la
cabeza y los pies, lo cual favorece considerablemente la libre circulación de
la energía vital. El mismo informe concluye:
“La corriente eléctrica
causada por la presencia de un campo eléctrico recorre todas las células y
órganos y todo el sistema nervioso, estimulando asimismo el metabolismo y todas
las funciones fisiológicas de los organismos vivos...”
Si el campo es demasiado
débil, se manifiestan cansancio, indolencia y falta de vitalidad. Ésta es la
causa principal de la fatiga y el entumecimiento que se sienten en automóviles,
aviones, tanques, submarinos y trenes, y ahora en las cápsulas espaciales.
Actualmente existen a la
venta generadores de iones negativos para automóviles, que reducen
considerablemente el riesgo del «cansancio de carretera» durante los largos
recorridos. Si las líneas aéreas procedieran a instalarlos en sus aparatos, sin
duda el problema de la fatiga por «diferencia de horarios» también quedaría muy
reducido.
Aunque viva usted en un
clima saludable, con un poderoso campo eléctrico natural, igualmente puede
verse privado de sus beneficios si calza zapatos de goma, se viste con fibras
sintéticas y vive en un recinto cerrado entre muebles de plástico, pues todo
esto aísla el cuerpo de la electricidad atmosférica tan completamente como su
revestimiento de goma aísla los cables eléctricos. Para hacerse una idea de la
auténtica vitalidad, pruebe a caminar descalzo, sin sombrero y ligeramente
vestido con prendas de algodón por un campo o jardín abierto cuando la hierba
aún conserve el rocío de la mañana, respirando al mismo tiempo rítmica y
profundamente. Como nuestros cuerpos sirven de conductores para el Qi
atmosférico que desciende continuamente desde lo alto, debemos descargar el
exceso de energía hacia la tierra a través de nuestros pies. La hierba húmeda
de rocío actúa como un poderoso polo magnético cuando se camina descalzo sobre
ella, absorbiendo la energía del cielo a través del cuerpo. Por eso es
preferible practicar Qigong al aire libre, a ser posible, descalzos y vestidos
con ligeras prendas de alguna tela natural.
Los tejidos que asimilan
la energía iónica negativa del Qi del aire durante la respiración son los que
revisten los senos y cavidades nasales, siendo éste el motivo de que, en los
ejercicios respiratorios, la inhalación deba hacerse siempre por la nariz.
Aunque la piel y los pulmones también absorben pequeñas cantidades de Qi,
cuando se trata de detectar y extraer la energía biónica del aire, «la nariz es
la reina». Por ejemplo, la nariz es lo bastante sensible como para captar los
efluvios de una rosa desde el extremo opuesto del jardín y distinguirlos del
aroma de un clavel. Eso es porque el aroma es Qi y posee propiedades bioactivas cuando se aspira a través de las sensibles terminaciones olfativas
de la nariz.
La energía bioactiva de
los olores y la capacidad de la nariz para absorberla y utilizarla
terapéuticamente quedan puestas de relieve por la eficacia de la aromaterapia,
que en Oriente se viene practicando desde hace milenios para la curación de
enfermedades. Los médicos árabes de la Edad Media comprobaron las notables
propiedades de los aromas cuando observaron que los perfumistas y fabricantes
de incienso rara vez sufrían los estragos del cólera que regularmente asolaba las regiones del Cercano Oriente. La aromaterapia utiliza los aceites
esenciales de ciertas plantas aromáticas para curar dolencias específicas,
presentando los aromas en forma volátil a los nervios olfativos de la nariz,
que están directamente conectados con el cerebro y con los meridianos de
energía. Estos aceites esenciales son segregados por glándulas especiales que
las plantas poseen en sus raíces, tallos, hojas y flores. Los botánicos
comparan tales secreciones con las hormonas que segregan los animales.
El Clásico del Emperador
Amarillo declara: «la esencia se
transforma en energía». En otras palabras, cuando los aceites
esenciales de una planta aromática se evaporan en el aire, liberan su energía
en forma de fragancia, y esta energía es absorbida por los nervios olfativos
cuando una vaharada de aroma llega a la nariz. La aromaterapia funciona únicamente con aromas derivados de fuentes naturales vivas, tales como flores,
semillas y raíces. Los aromas sintéticos poseen «olor», pero no energía,
y cualquier nariz sensible puede percibir claramente la diferencia. En 1960,
la revista médica francesa L'Hôpital publicó un artículo del Dr. J. Valent
sobre aromaterapia, que explicaba este mecanismo de la siguiente manera:
Transportado por el
torrente circulatorio, el aroma ionizado de las plantas impregna todos los
rincones del cuerpo, revitaliza poderosamente las células polarizadas y
descargadas, corrige las deficiencias electrónicas al recargar las baterías
biomagnéticas y dispersa los residuos celulares al disolver las sustancias
viscosas y enfermas de los líquidos corporales. También oxida los residuos
metabólicos tóxicos, refuerza el equilibrio energético, libera el mecanismo de
la oxidación orgánica y la autorregulación y llega a los pulmones y riñones,
por donde es eliminado o exhalado sin dejar restos.
Ésta es una forma
rebuscada de decir que los aromas naturales llevan una potente carga
concentrada de energía bioeléctrica activa que entra en el cuerpo por las
mucosas de la nariz y rápidamente ejerce marcados efectos terapéuticos en todas
las células y tejidos. Un ejemplo obvio lo vemos en el hecho de oler sales:
basta una vaharada de este poderoso agente aromático para revivir al instante a
las personas desmayadas, sacudiendo su cerebro con una fuerte descarga de bioenergía
absorbida directamente por la nariz.
Así empezamos a
comprender la importancia de la nariz para una correcta respiración y para el
equilibrio energético, y la importancia del aire como fuente de la bioenergía
vital. Veamos ahora más de cerca el maravilloso pero mal comprendido aparato
nasal. Los rinólogos (especialistas de la nariz) enumeran hasta 30 funciones
vitales diferentes en la nariz, tales como humedecer y calentar el aire
absorbido filtrar el polvo, modular el paso de aire, percibir los olores y
muchas otras. El esfuerzo de respirar por la nariz es aproximadamente un 150
por ciento superior al de hacerlo por la boca, con que resulta evidente que la
Madre Naturaleza tenía pensada alguna razón concreta cuando diseñó ese aparato,
pues de otro modo no habría permitido tal derroche de energía.
En el interior de la
nariz hay tres grandes protuberancias, con convoluciones como las de una concha
marina, que agitan y desvían las corrientes de aire que entran para volverlas
«turbulentas», con lo que cubren una superficie interior mucho mayor. Estas
protuberancias, llamadas «turbinados», también humedecen y calientan el aire
para que no afecte negativamente a los sensibles pulmones con su frialdad y
sequedad. Ésta es la razón de que los naturales de los fríos países nórdicos y
las secas regiones desiertas suelan tener una nariz prominente y alargada, con
estrechos agujeros: el aire frío y/o seco de su medio ambiente entra en la
nariz más lentamente y debe recorrer una mayor distancia sobre los cálidos y
húmedos turbinados antes de llegar a los pulmones. En cambio, los naturales de
regiones calurosas y húmedas tienden a poseer una nariz corta y aplastada, con
amplios agujeros, porque el aire que respiran ya es de por sí húmedo y caliente.
En los climas fríos y/o secos, los adeptos deben exhalar siempre por la nariz a
fin de reponer el calor y la humedad extraídos de los turbinados durante la
inhalación con el calor y la humedad procedentes de los pulmones. En los climas
calurosos y húmedos, exhalar por la boca no sólo resulta permisible, sino a
veces incluso preferible, como método idóneo para expulsar el exceso de calor
del cuerpo.
Toda la cavidad nasal
está recubierta de membranas mucosas que retienen el polvo, las partículas y los
microbios del aire, y los eliminan por la nariz junto con el aire gastado o por
la garganta, enviándolos hacia el estómago con las mucosidades. Cuando la nariz
está sana, esta capa de mucosidades se mantiene en constante movimiento gracias
a unos finos cepillos denominados «cilios», que barren las mucosidades sucias
hacia la garganta para que sean digeridas y eliminadas en el estómago. Cuando
la capa de mocos se vuelve demasiado seca, se forma el característico «tapón»
de una nariz obstruida, y a los cilios les resulta imposible barrer las
mucosidades. Esto provoca una acumulación de residuos tóxicos en los conductos
nasales, lo cual, a su vez, hace que el aparato respiratorio se vuelva
vulnerable a los resfriados y a la gripe. Cuando los mocos son excesivamente
líquidos, la consecuencia es el «goteo posnasal».
La capacidad de las
membranas nasales para absorber Qi y resistir las infecciones viene determinada
por la calidad y la cantidad de las mucosidades, que a su vez depende mucho de
la dieta y la eliminación. Una dieta desequilibrada, abundante en productos
formadores de mucosidades -como las féculas, los azúcares y los productos
lácteos pasteurizados-, hace que las mucosidades nasales se vuelvan densas y
espesas. Cuando las funciones excretoras se ven entorpecidas por el
estreñimiento, la respiración superficial, la retención de líquidos, el uso de
antitranspirantes, etc., las mucosidades se enfrentan al esfuerzo adicional de
tener que excretar unas toxinas que normalmente tendrían que haber sido eliminadas
por otra parte, con lo que se produce la descarga catártica de mucosidades que
caracteriza a los resfriados de cabeza y de pecho y a las bronquitis.
Otro detalle
interesante: aparte de los órganos sexuales y los pechos, la nariz es el único
órgano del cuerpo que contiene tejido eréctil. Numerosos médicos están
familiarizados con el fenómeno conocido como «nariz de luna de miel», en que
la excesiva estimulación de los órganos sexuales experimentada por los recién
casados provoca una inflamación por simpatía del tejido eréctil de los
conductos nasales. En la nariz, el tejido eréctil controla el tamaño, la forma
y la orientación de los conductos para el paso del aire, con lo que regula el
flujo de éste a través de dichos conductos. Es el tejido eréctil el que
automáticamente reparte el paso del aire entre el agujero derecho y el
izquierdo al bloquear alternativamente uno u otro conducto. Este fenómeno natural ha sido recientemente descubierto por los científicos occidentales, que
hablan de un «ritmo infradiano», pero los taoístas ya lo conocían hace
milenios. La obstrucción alternativa de los conductos nasales se produce
naturalmente cada dos horas a lo largo de todo el día, y está estrechamente
relacionada con el mecanismo de las funciones de ambos hemisferios cerebrales.
Cuando el aire penetra por el agujero derecho, el cuerpo está preparado para la
acción. Cuando penetra por el agujero izquierdo, el cuerpo está preparado para
las funciones mentales físicamente pasivas. En el lenguaje taoísta, el agujero
izquierdo se identifica con el Yin, el derecho con el Yang, y cada uno de ellos
se asocia con uno de los dos importantes meridianos de energía que circulan
por cada lado de la columna vertebral. Si los dos agujeros no están despejados
y en condiciones de funcionar correctamente, la respiración se vuelve
desequilibrada, la asimilación del Qi resulta afectada y el equilibrio de las
energías Yin y Yang en todo el organismo se ve perturbado.
Es importante ser
consciente de esta alternancia natural entre el agujero derecho y el izquierdo,
porque a veces uno de los lados se obstruye, y entonces es necesario tomar
medidas para abrirlo de nuevo y restablecer el equilibrio de la respiración. Si
se permite que el paso del aire se produzca exclusivamente por un solo agujero
durante seis o siete horas, debido a la obstrucción o la inflamación del otro,
es frecuente que se instaure alguna clase de enfermedad, y están garantizadas
la letárgia y la depresión. La forma más sencilla de abrir un conducto nasal
obstruido consiste en tenderse sobre el costado despejado y respirar
profundamente por la nariz. Esto tiende a abrir el conducto superior obstruido
y a cerrar el situado debajo. Respirar alternativamente por ambos agujeros es
otra buena manera de despejar los conductos obstruidos y equilibrar la
respiración entre ambos lados, lo que también se consigue con la respiración
«en fuelle». Asimismo, se puede utilizar la acupresión para desatascar los
conductos nasales, presionando fuertemente con los pulgares sobre los puntos
feng chir («estanque del viento») situados en la nuca. Estos puntos se hallan
situados en el lugar en que la base del cráneo se une con las vértebras
cervicales (figura 1). Estire el cuello, localice los puntos con los pulgares
y presione profundamente y frote con fuerza cuatro o cinco veces. Afloje y
repita la presión varias veces.

Figura 1
Apretar los puntos «estanque del viento» para
despejar los senos nasales
LA DUCHA NASAL NETI
La mejor manera de
mantener limpia la nariz y conservar los conductos nasales despejados y sin
obstrucciones consiste en la administración regular de una ducha nasal,
conocida en el lenguaje del yoga con el nombre de «neti». La ducha nasal neti
es una forma de higiene especialmente importante para los practicantes de la
respiración profunda, sobre todo en esta época de contaminación atmosférica,
tabaco y dietas productoras de mucosidades. El neti desprende y elimina las
incrustaciones de mocos secos, disuelve y expulsa el polvo, la grasa y demás contaminantes, y lava a fondo las sensibles terminaciones olfativas, con lo
que aumenta su capacidad para extraer y asimilar el Qi del aire.
He aquí cómo se lleva a
cabo el neti: caliente dos tazas de agua limpia (a ser posible destilada) hasta
la temperatura del cuerpo y disuelva en ella 1/2 cucharadita de sal más o
menos, «al gusto». La idea consiste en aproximarse a la temperatura y la
salinidad de los conductos nasales, para que la solución limpiadora no dé lugar
a un intercambio osmótico de líquidos con las membranas nasales. Vierta la
solución tibia y salina en una tetera pequeña o en un «recipiente neti» especial.
Póngase en cuclillas, ladee la cabeza e inserte el pico de la tetera en el
agujero de la nariz vuelto hacia arriba. Siga ladeando la cabeza hasta que la
solución salina comience a penetrar en el agujero superior y salga por el
inferior. Unos conductos muy obstruidos no permitirán el libre paso del agua de
uno a otro lado, en cuyo caso deberá taponar la ventana inferior de la nariz
con el pulgar libre y aspirar suavemente la solución por la ventana superior
(figura 2). Siga aspirando por la nariz hasta que note correr el agua tibia
por el paladar, pero no la trague. En vez de hacerlo, escúpala al suelo según
va bajando. Preste atención a no inhalar nada de aire mientras vierte el agua
en la nariz. Tras hacer pasar aproximadamente la mitad del líquido por una
ventana, cambie de costado, ladee la cabeza en sentido opuesto y repita la
operación.
Cuando se termine la
solución, tápese alternativamente una de las ventanas de la nariz y sople con
fuerza por la otra. Le asombrará ver la basura que sale: aparte de las
mucosidades habituales, a veces encontrará ásperas partículas negras, masas de
polvo y borra, grumos de grasa, cuerdas fibrosas y otros residuos hasta
entonces incrustados en las fosas nasales. Tras expulsar estos residuos con los
restos de agua por ambos agujeros, seque los conductos nasales. Para ello, debe situarse en pie con las manos en las caderas e inclinarse hacia adelante; en
seguida, efectúe una serie de vigorosas sacudidas de cabeza arriba y abajo,
mientras sopla con fuerza por la nariz. Todo el proceso parece mucho más
complicado de lo que en realidad es: el principal obstáculo es psicológico, no
mecánico, y el requisito más necesario para llevar a cabo el neti es mantener
la calma y prestar atención a lo que se está haciendo.

Figura 2 La ducha nasal neti
El enorme aumento de la
sensibilidad olfativa tras una ducha nasal bien hecha debería bastar para
convencer a todo el mundo de su eficacia terapéutica y su importancia
fundamental para la respiración y la salud general. Olores que hasta el momento
le pasaban inadvertidos interpretarán de pronto sinfonías aromáticas en su
nariz, y su sentido del gusto, que depende en gran medida de la nariz, mejorará perceptiblemente. Lo más importante, empero, es el pronunciado incremento de
la vitalidad que experimentan quienes practican el control de la respiración
con los conductos nasales limpios.
Si practica usted el
control respiratorio y realiza el neti con regularidad, ya puede despedirse de
los resfriados. A pesar de todas las afirmaciones de los médicos occidentales
en el sentido de que son los «gérmenes» los culpables de los resfriados y otros
trastornos respiratorios, la causa básica es una toxicidad patológica de las
membranas nasales, que hace que se inflamen y se incrusten de mucosidades
tóxicas, formando así un caldo de cultivo ideal para los gérmenes. A medida que
se acumulan estas toxinas, dañan gravemente las membranas nasales y las
vuelven vulnerables al ataque de los gérmenes. Los gérmenes son un síntoma, no
una causa de los resfriados. Una o dos duchas nasales por semana, realizadas
como parte de su régimen habitual, mantendrán limpia su nariz y la harán
invulnerable a esos resfriados que tan «corrientes» se han vuelto en esta época
de contaminación y de dietas desnaturalizadas. Esta primera parte nos acercó a los aspectos mas relevantes de La Respiración, que seguiremos desarrollando en una segunda parte.

LA MAESTRÍA SE LOGRA SOLO CON LA PRÁCTICA Y SABE QUE LA PACIENCIA ES SU MADRE.
Juan Carlos Orozco Bertino Còrdoba -- Argentina. Tel: 0351-4768802 Cel: 0351-158-070975 www.masajesadomicilio.fullblog.com.ar
taller: www.weiwuweicordoba.fullblog.com.ar
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Les agradeceríamos incluyan la fuente de la información http://www.amalur-zen.com/blog/item/115-que-es-el-qi y un enlace a nuestra web, www.amalur-zen.com
Atentamente, Amalur Zen
Buenas, estamos interesados en contactarnos con el representante del sitio web para un acuerdo comercial. Saludos
Veo que este artículo copia literalmente hojas enteras del libro el Tao de la Salud el sexo y la Larga vida de Daniel Reid. Muy buen libro por cierto
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.Sobre mí |
Juan Carlos Orozco
Masoterapeuta holistico. Manejo de tecnicas de extracción de la MTC (medicina tradicional china)Ej. Tui Na; AMMA; Digitopuntura y Reflexologia Podal. Estudioso e investigador de la Bioenergética y sus asociaciones.
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Paz y Bien |
ORACIÓN FRANCISCANA POR LA PAZ
¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! Que allí donde haya odio, ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga yo unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra; perdonando, como se es perdonado; muriendo, como se resucita a la vida eterna. |
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